Editores y colaboradores de Colectivo Antioxidante se pronuncian ante el triunfo de AMLO como candidato de la izquierda nacional por la presidencia
Quizás era un resultado poco esperado, aunque en el fondo se consideraba la posibilidad, precisamente porque la tendencia obraba en contra de la sorpresa. En algunos sectores, el designio de AMLO como candidato de izquierda a la presidencia no ha sido bien recibido, no obstante, siendo el colectivo un vertedero de opiniones, ampliamos el espectro y publicamos el sentir de profesionales del periodismo y la filosofía, que también son parte de la sociedad civil. Su opinión siempre será la mejor.
¿Qué podemos expresar sobre el triunfo de AMLO en las encuestas?...
Habrá muchas cosas qué decir, pero yo me quedo con la perspectiva de muchos de mis compañeros de generación, gente bien formada y enterada del estado de la política en el país. Simplemente, decepción. Al parecer el problema de México viene desde muy atrás, a saber, La Conquista. La figura paternalista que fue impuesta nunca ha sido superada y cada 6 años urge buscar a un mesías. Esta vez, el mesías que dice y se desdice, de la pregonada transparencia pero de la sordidez de su cuartel ha ganado la candidatura de izquierda. México siempre buscará los ungüentos mágicos y no soluciones prudentes y serenas. A mi parecer, se ha esfumado la posibilidad de que el PRI no se instale en los pinos. Repito: decepción.
Felipe Toledo, estudiante de Filosofía y editor fundador de Colectivo Antioxidante
La República Amorosa de AMLO
Andrés Manuel López Obrador inicia con un cambio de discurso que incorpora estos seis años que ha estado en campaña, uno que incluye los cambios suscitados el día después de las elecciones de 2006, con el descalabro como Presidente Legitimo y el largo plantón en Paseo de la Reforma, que no olvida las múltiples manifestaciones a lo largo del país, la campaña de denuncias de corrupción y tráfico de influencias en el gobierno actual, y agrega los principios que desembocaron en el movimiento MORENA. Todos se suman a la idea de que los factores que dividieron a la izquierda en México podrían concluir con una sola idea, la de la República Amorosa, un país utópico en el clima actual que de aquí al 1 de julio del 2012 veremos si es posible construir o si muere en guerra sucia, competencias de popularidad o mejores estrategias políticas.
Karina Cabrera, periodista, editora de Resonancia Magazine y editora fundadora de Colectivo Antioxidante
Entregar el partido
Quizás ver más allá de lo elemental sea necesario. Tras el triunfo de AMLO en las encuestas para elegir candidato de izquierda he sido testigo, tanto en redes sociales como en comentarios recogidos en la calle y las redacciones, de una profunda decepción al no ver al delfín capitalino, Marcelo Ebrard, en pos de la silla grande (apunto, sin temor, que era mi candidato también, tomando en cuenta el impacto que su presencia ha dejado, en algunos rubros, en la Ciudad de México). No obstante, al acusar a la división de la izquierda nacional –no olvidemos que en plena refundación– del descalabro de nuestras esperanzas y verter opiniones encontradas tras el reconocimiento de Ebrard caemos en el mismo juego. No olvidemos que el mismo AMLO ha sido generador de su propia refundación, y al ser un animal político y voraz, con experiencia, sería aventurado lanzarse cometiendo los mismos errores. Al parecer Ebrard ha lanzado la primera piedra, y es justo que, en honor de quien era nuestro gallo, optemos por la unidad, por el cerrar filas y trabajar para que se geste ese cambio verdadero, impulsado por la misma sociedad. Si algo puede tranquilizarme en ese sentido es conocer a la gente que lo arropa y que impulsa la dinámica que nos queda para contrarrestar la fuerza del retorno de la dictadura. Supongo que dudar antes de que la pelota ruede es entregar el partido. Máxima futbolera que, siendo la escenificación de una guerra, puede servir como estadio de lo que se le viene al pueblo de México encima.
Andrés Vargas Reynoso, periodista, escritor, editor y fundador de Colectivo Antioxidante
La sociedad como actor en las decisiones
La unidad, que tanto se ha desvinculado de la sociedad política tuvo un triunfo más allá de las figuras depoder político. El hecho de que Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard consultaran con la sociedad su aprobación para ser candidatos por la izquierda en México y que se haya reconocido el triunfo de manera legal, moral y ética da pie a vislumbrar un futuro donde el totalitarismo político se termine al dar voz a la sociedad y hacerla actor importante en el cambio de las formas. Pablo Osset Enríquez, estudiante de periodismo.
En la orfandad política
La percepción de distancia entre la clase política y la sociedad, se convierte cada vez más en un abismo que conlleva a reflexionar sobre el curso de la democracia electoral y los procesos alrededor de ella. La definición de candidaturas rumbo a las elecciones presidenciales del 2012, llega en momentos de profunda ilegitimidad estatal como producto de, entre otros factores, la corrupción desmedida en todas las esferas de gobierno, y la violencia incontrolable que deriva de la estrategia gubernamental contra el narcotráfico. En este contexto, el anuncio de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador pareciera reproducir con naturalidad algo que ya se esperaba entre la élite política alrededor del PRD, sobretodo cuando lleva seis años en constantes actos de precampaña por todos los municipios del país, solventados con las cuotas que derivan del dinero público de los funcionarios que se deben al partido. Sin embargo, la orfandad ciudadana sigue creciendo, y aunque el presupuesto asignado para el próximo año será el más alto en toda la historia del país, quizá sigamos acudiendo a las urnas sin el convencimiento pleno de un candidato que nos represente, porque detrás de todo, nuestros sueños no caben ahí. Carla Zamora Lomelí, Socióloga.
La sociedad como actor en las decisiones
La unidad, que tanto se ha desvinculado de la sociedad política tuvo un triunfo más allá de las figuras depoder político. El hecho de que Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard consultaran con la sociedad su aprobación para ser candidatos por la izquierda en México y que se haya reconocido el triunfo de manera legal, moral y ética da pie a vislumbrar un futuro donde el totalitarismo político se termine al dar voz a la sociedad y hacerla actor importante en el cambio de las formas. Pablo Osset Enríquez, estudiante de periodismo.
En la orfandad política
La percepción de distancia entre la clase política y la sociedad, se convierte cada vez más en un abismo que conlleva a reflexionar sobre el curso de la democracia electoral y los procesos alrededor de ella. La definición de candidaturas rumbo a las elecciones presidenciales del 2012, llega en momentos de profunda ilegitimidad estatal como producto de, entre otros factores, la corrupción desmedida en todas las esferas de gobierno, y la violencia incontrolable que deriva de la estrategia gubernamental contra el narcotráfico. En este contexto, el anuncio de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador pareciera reproducir con naturalidad algo que ya se esperaba entre la élite política alrededor del PRD, sobretodo cuando lleva seis años en constantes actos de precampaña por todos los municipios del país, solventados con las cuotas que derivan del dinero público de los funcionarios que se deben al partido. Sin embargo, la orfandad ciudadana sigue creciendo, y aunque el presupuesto asignado para el próximo año será el más alto en toda la historia del país, quizá sigamos acudiendo a las urnas sin el convencimiento pleno de un candidato que nos represente, porque detrás de todo, nuestros sueños no caben ahí. Carla Zamora Lomelí, Socióloga.
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